El perfil estratégico es altamente valorado en el mundo de los negocios. Las personas que poseen la habilidad del pensamiento estratégico crean conexiones entre ideas, planes y personas que otros no pueden ver. ¿El resultado? Pueden llevar a las empresas a posicionarse como líderes en su sector. En este artículo te voy a explicar de qué se trata, la importancia de la estrategia y cómo incide sobre el liderazgo empresarial.
Además, más abajo encontrarás un checklist con el que puedes empezar a entrenar tu pensamiento estratégico y aplicarlo desde hoy en tu empresa. ¡Allá vamos!
El pensamiento estratégico es la habilidad de anticipar al presente las necesidades de recursos y personas y las circunstancias externas que puedan suceder, con el fin de conseguir los objetivos marcados a futuro, en un periodo determinado.
Dicho de otra forma, el estratega es aquél que es capaz de anticiparse a los hechos y crear un plan para llevar al éxito a su proyecto. Ya sea su departamento, empresa, organización, deporte o un simple juego de mesa. Es un concepto que tiene sus inicios en materias como el ajedrez, la guerra y otras disciplinas creadas por el ser humano.
Las personas que piensan de forma estratégica, tienen la capacidad de visualizar diferentes escenarios y tomar decisiones ajustadas a estos. Su visión a largo plazo está dirigida al logro de objetivos puntuales, a la creatividad y la colaboración con sus equipos de trabajo.
El perfil estratégico se ha vuelto cada vez más indispensable para las empresas y negocios en un mercado tan competitivo. En definitiva, se trata de una competencia indispensable para cualquier persona que aspire a asumir el liderazgo en cualquier proyecto: un equipo de personas, departamento, empresa, trabajo de autónomo, deporte, etc.
El pensamiento estratégico es fundamental para los negocios ante condiciones competitivas cada vez más exigentes. Los nuevos líderes de organizaciones son los encargados de guiar a sus colaboradores para mantener la rentabilidad, motivar la retención del talento humano y consolidar la satisfacción de clientes. Apoyado en sus habilidades suaves (soft skills), la importancia del estratega se manifiesta en la toma de decisiones y la resolución de problemas.
Las empresas modernas que quieren ser competitivas en mercados cambiantes, necesitan pensar estratégicamente. Esto les permite adaptarse cuando haga falta, tener la previsión adecuada para responder a situaciones críticas, seguir evolucionando en sus objetivos a mediano y largo plazo, y responder a la necesidad de innovaciones tecnológicas, económicas y de patrones de consumo.
Cuando existe una estrategia operacional que respalda las acciones del líder y sus colaboradores, los negocios promueven una mayor tendencia a la planeación. Esta proactividad les permite estar más preparados y ser más flexibles en cualquier escenario.
Pensar de forma estratégica da cuenta de preguntas como: Qué, cómo, cuándo y por qué. En definitiva, su importancia radica en que aumenta las posibilidades de tener éxito en cualquier actividad y contexto que se utilice.
Lo líderes capaces de dominar el arte del pensamiento estratégico pueden asegurar la estabilidad de un negocio y al mismo tiempo maximizar sus fortalezas. Esta cualidad le permite al líder empresarial actuar de manera lógica y encontrar la ruta más adecuada para lograr un objetivo. En combinación con dichas ventajas, la guía estratégica incluye una serie de beneficios para la cultura organizacional y la toma de decisiones:
Es importante que las personas con una posición de liderazgo en la empresa entiendan que lo que no se podía lograr en el pasado por pensar de una forma limitada, puede ocurrir si adoptamos una forma diferente de ver las cosas. Cuando piensas de manera estratégica, necesitas desafiar convencionalismos para hallar más oportunidades de crear valor.
Un buen estratega se distingue por varias cualidades:
Si tienes problemas para priorizar tus proyectos, te sugiero que leas: Cómo aplicar la Ley de pareto (80/20) para ser más productivo
Tanto para promover la gestión de cambio, una mayor competitividad empresarial o procesos más innovadores, la aplicación del pensamiento estratégico está guiada por:
Dentro de la esencia de la estrategia, yace la concepción de ideas mediante el brainstorming u otros métodos para llegar a soluciones creativas. Esta labor tiene la intención de escoger aquellos conceptos que podrían tener el mayor impacto sobre la organización. Se habla de incidencia potencial porque no se conoce bien su beneficio hasta su eventual aplicación. Esta fase se centra en acumular la mayor cantidad de ideas posibles. Para eso, lo importante es simplemente estar abierto a cualquier alternativa y simplemente escribir todas las ideas sin juzgarlas.
Una vez hayamos acumulado las ideas, es importante categorizarlas. Lo que normalmente hago es hacerlo por "departamentos". Aunque seas freelancer, imagínate que tienes un departamento de desarrollo web, otro de creación de contenido, otro de finanzas,... y vete añadiendo las ideas que creas que más se adecuan a cada departamento. Con esta simple técnica verás que muchas ideas son similares o que están relacionadas con otras. Esto te servirá para eliminar las ideas repetidas y afinar las ideas con las que vas a trabajar.
Una vez que hayas categorizado las ideas, ahora toca el turno de concebir las estrategias para ponerlas en acción. Esto requiere que consideres factores internos y externos que pueden afectar su éxito. Internamente, debes considerar el negocio, los empleados y las necesidades de los clientes. Externamente, tienes que sopesar los cambios económicos, políticos, tecnológicos y sociales.
Muchas veces damos este paso por asumido, porque creemos que al estar haciendo nuestro proyecto, conocemos todas las variables posibles,... Pero no es así. Para ayudarte a descubrir diversos factores de tu situación actual, que seguramente no has tenido en cuenta, estos 2 métodos te pueden ayudar con este paso de la planeación estratégica:
Recapitulemos. Una vez hemos realizado los pasos anteriores, tenemos:
Ahora vamos a priorizar las ideas. Basados en nuestra lista de ideas (que nos dicen cuáles serían los proyectos con mayor potencial) y nuestro análisis (que nos ayudará a entender qué es posible internamente o si el momento es el adecuado para llevar la idea a cabo) haremos una clasificación de las ideas que vamos a llevar a cabo en:
Este método para priorizar las ideas y/o tareas te permitirá centrarte en lo que te dará un mayor rendimiento a tu empresa. Dicho de otra forma, planificar tu estrategia de forma más eficiente. Por si no lo conoces, se llama matriz de Eisenhower.
Ahora ya sólo nos queda el último paso:
Tras definir las acciones que quieres llevar a cabo y por qué, llega la hora de transformar los planes en acciones. Se requiere que establezcas objetivos, metas y determines las métricas clave para encauzar las operaciones. Pero también, quién va a realizar las tareas y en qué plazo para poder conseguir esos objetivos:
Son las declaraciones de lo que queremos lograr y por qué Ejemplo: Tener una comunicación más directa con nuestros potenciales clientes y aumentar las ventas a través de nuestra newsletter
Aquí, debemos pensar una métrica que refleje nuestra meta de forma cuantitativa:
Necesitamos:
Lo escribí así para que veas las habilidades que se necesitan. Quizás seas tú mismo el que lo haga todo.
Aquí lo dividimos en las tareas que queremos llevar a cabo y cuándo queremos conseguir nuestros objetivo:
Tareas para conseguir los objetivos. Hecho de una forma simplificada:
Tarea | Tiempo de creación | Plazo de entrega |
Implementación software | 3 días | 20 enero 2020 |
Creación de funnels | 2 semanas | 20 enero 2020 |
Crear textos | 2 semanas | 20 enero 2020 |
Revisar tareas | 1 día | 21 enero 2020 |
Ir live | 22 enero 2020 |
Ahora los bjetivos:
Objetivo | Plazo de entrega |
1000 leads | 22 febrero 2020 |
1 venta | 25 febrero 2020 |
Aprender a pensar de forma estratégica requiere aplicar una visión de futuro que te permita modificar tus circunstancias actuales. Puede que esto suene complicado, pero con un poco de esfuerzo y las técnicas apropiadas, cualquiera puede convertirse en un buen estratega y aún mejor empresario. Para ello, necesitas:
Pensar estratégicamente exige crear conexiones entre el pensamiento divergente (generar ideas/ver “the big picture”) y convergente (racionalizar conceptos). Según varios estudios, las personas más innovadoras tienen la capacidad de alternar rápidamente entre estos 2 mecanismos. Desarrollar de manera consciente esta habilidad puede hacerse a través de la técnica de los 6 sombreros (Edward de Bono), cuya práctica hace a tu cerebro más plástico, facilitando el cambio de un estado a otro.
De acuerdo con la Universidad de Harvard, los estrategas se dedican a crear conexiones entre ideas, planes y personas que los demás no logran ver. La pista más importante sobre pensar de forma estratégica está en la primera palabra de este concepto. Lo cual significa tomarse un tiempo, estar en calma y dejar que tu mente tenga la oportunidad de analizar. Así como un ajedrecista necesita reflexionar profundamente sobre su próxima jugada, debes dedicarte a usar tu cerebro de manera consciente. La mejor recomendación es agendar un tiempo para esta actividad. Puede ser durante el almuerzo, paseando en tu tiempo libre o yendo al trabajo. Lo importante es hacerlo regularmente para seguir mejorando.
Sumar voluntades a la estrategia siempre será más ventajoso para la empresa que hacerlo solo. Por esta razón, vale la pena promover una cultura organizacional en la cual cada colaborador piense estratégicamente. Puedes empezar a recompensar a quienes implementan formas ingeniosas de hacer las cosas. Otra manera de incentivar el personal a comprometerse con este tipo de pensamiento es mediante la asignación de un mentor o incorporando ideas estratégicas en el sistema de capacitación y compensaciones. Recuerda que a veces basta con el reconocimiento público para motivar la proactividad.
Otro secreto para pensar de manera más estratégica consiste en compartir ideas con aquellos que tienen una perspectiva diferente a la nuestra. Esta interacción te permite ver las cosas de otra forma y, al mismo tiempo, seguir alimentando tu mente con distintos conceptos que quizás no has considerado. En las sesiones de ideación puedes tener a personas introvertidas, extrovertidas, detallistas, generalistas y más, con la intención de proponer ideas variadas. También puedes apoyarte en la opinión de tus clientes, lo cual sirve como fuente de inspiración y para establecer relaciones de confianza más duraderas.
Gran parte de adoptar la estrategia como visión tiene que ver con actuar, ser proactivo y ejecutar planes. En el momento en que empiezas a generar ideas y hacer conexiones, también debes considerar tomar decisiones sobre qué hacer después. Ya que existen limitaciones de tiempo, dinero y recursos, hay que saber priorizar (matriz de Eisenhower). La manera efectiva de ser un estratega implica que debes dejar algo que ya estás haciendo o contratar a un empleado con habilidades más especializadas. Con frecuencia, tendrás que gastar dinero en un producto, maquinaria, una oficina nueva o incluso dejar ir al personal. No malgastes tu pensamiento estratégico por no tomar una decisión cuando la situación lo requiere.
Para saber si piensas de manera estratégica, tienes que valorar una serie de factores relacionados con tus actitudes y habilidades. A continuación, haremos una comparación entre lo que distingue a los estrategas de los que no lo son. No tienes un perfil estratégico cuando:
Muestras un perfil estratégico cuando:
Excelentes contenidos con una didactica de generar mucho conocimiento para las multiples necesidades y problemas complejos de la vida moderna global y a la vez desarrollo de capacidades .
Muchas gracias por tu comentario Jose 🙂 ¡Próximamente más y mejor! 🙂