Puede que hayas escuchado muchas veces hablar sobre pensamiento positivo. Seguramente habrás tenido algún momento en tu vida en la que alguien te ha dicho:
"Deberías ser más optimista" , "por qué siempre estás pensando en los problemas" o (mi favorita) "¡si fueras más positivo todo te iría mejor!".
Y créeme, llegar a pensar la mayoría del tiempo de forma positiva no es fácil. Pero por suerte, es solo cuestión de práctica y de saber el por qué potenciar esta habilidad, que te servirá tanto en tu vida privada como en los negocios.
En este artículo te explicaré el por qué (dicho de otra manera, mis motivaciones para cultivar este hábito). Pero también te daré una lista de cosas que puedes añadir en tu día a día para pensar de forma más positiva y, por qué no, trasladarlo a tus seres queridos y a tus compañeros de trabajo.
Pero antes de empezar, un consejo: no se trata de llegar rápido a la meta. ¡Se trata de disfrutar el camino! 😉
Piensa en esto durante un minuto: ¿Qué tienen en común los nuevos proyectos, nuevos productos que se lanzan al mercado, cambios de estrategia en la empresa,...? Que parten de un pensamiento positivo: Vamos a mejorar, vamos a vender más, vamos a ser más eficientes,.. let´s go!
El pensamiento positivo es la capacidad que muestra una persona para ver el lado amable de la vida. A través de la analogía del vaso medio lleno o medio vacío, puedes entender si eres alguien optimista o pesimista.
Tener esta perspectiva no significa estar todo el día con una sonrisa y olvidar los problemas. En cambio, se trata de afrontar las situaciones desde una óptica positiva y enfocada en encontrar una solución. En otras palabras, transformar una situación mala en una potencialmente buena.
El tiempo pasa libremente. Cuando cometemos errores, no podemos retrasar el reloj y volver atrás de nuevo. Lo único que podemos hacer es usar bien el presente.
Dalai Lama
Las personas optimistas son aquellas que tienen la tendencia a ver todo bajo una luz favorable. Aunque tengan sus altos y bajos, siempre intentan extraer algún beneficio o aprendizaje tanto de las oportunidades como de los momentos malos. Por este motivo son conscientes de su valor propio, de sus habilidades y buscan lo mejor en los demás.
Según la Clínica Mayo, el pensamiento positivo es una herramienta que puede ayudarte a mejorar tu salud y manejar el estrés. En su artículo: “Pensamiento positivo: Detén el diálogo interno negativo para reducir el estrés”, te muestra cómo esta práctica sirve para mitigar esa charla interna negativa tan difícil de callar.
De acuerdo a diferentes estudios, el hecho de ser optimista o pesimista tiene un impacto directo en tu salud y bienestar. Cuando existe un pensamiento positivo, puedes gestionar de forma más efectiva el estrés, lo cual tiene grandes beneficios. Y aunque veas el vaso medio vacío, eso no significa que no puedas aprender cómo verlo medio lleno.
Investigadores de todo el mundo siguen explorando los efectos del optimismo sobre la salud. Aunque no se sabe realmente cómo funciona este mecanismo y por qué lo hace, sus beneficios frecuentes son:
¿Mi consejo? ¡Sigue tu intuición! Prueba diferentes estrategias y quédate con la que mejor te funciona. En vez de enfocarnos en saber la razón de todo, vamos a hacerlo en detectar si lo que hacemos nos está beneficiando. ¡Que no se pueda explicar no quiere decir que no exista!
Desde esta perspectiva, el pensamiento positivo no implica esconderse o evadir las situaciones que pueden causar dolor o incomodidad. Más bien se trata de tener un enfoque que te permita ver las cosas malas de una manera más productiva. Es decir, en lugar de pensar en lo peor, esperas por lo mejor.
El hábito del pensamiento positivo empieza con lo que se conoce como la charla con uno mismo. Este flujo interminable de ideas y sensaciones automáticas puede ser bueno o malo. Mientras que parte de este monólogo interno proviene de la lógica, otra parte surge de prejuicios o conceptos erróneos por falta de información.
Bajo este razonamiento, cuando tu cabeza está llena de ideas negativas, tienes la tendencia a ver la vida de una forma pesimista. Por el contrario, si practicas el pensamiento positivo, tu perspectiva se inclina más hacia el optimismo y tu capacidad de lidiar mejor con situaciones desafortunadas aumenta.
Sinceramente, creo que gran parte de las cosas en nuestra vida las atraemos a través de nuestro pensamiento. Por ejemplo, las personas que siempre tienen un cierto tipo de problema y no se enfocan en solucionarlo, siguen experimentando circunstancias negativas a causa de ello. Desde hace algún tiempo, conocemos esta correspondencia como la ley de atracción.
Cuando estás aprendiendo a crear tu realidad de manera consciente, es importante asumir que el universo conspira para que tus deseos se hagan realidad. Mientras que es comprensible pensar en “lo creeré cuando lo vea”, la ley de atracción funciona como la fe. Es decir, debes tener la convicción inconsciente para activar su poder.
Eso sí, no hay que pensar que las cosas van a suceder simplemente porque sí. Para alcanzar ciertos objetivos, en especial un bien material, un nuevo trabajo o una pareja, el pensamiento debe estar acompañado de acciones puntuales.
En nuestra vida hay muchos ejemplos que ilustran el poder de las ideas y cómo se manifiesta diariamente:
Con esto, no quiero decir que si piensas mucho sobre algo vaya a suceder. Pero sí que esos pensamientos que tienes sobre algún tema, te ayudarán a que suceda. Y en eso influye cómo ves esa situación, cómo piensas sobre ella: ¿de manera positiva o negativa? 😉
La felicidad no es algo que venga prefabricado. Viene de tus propias acciones.
Dalai Lama
Puede que estés pensando que no se puede ver los hechos de forma objetiva (ser realista) y al mismo tiempo tener una actitud positiva. Pero esto surge cuando aceptas las cosas como son y experimentas los sentimientos que te provocan.
¿Cuál es la gran diferencia? Que las personas positivas se centran en las soluciones. Es por ello que pueden adoptar rápidamente una actitud positiva hacia cualquier asunto. Una vez analizas el problema y encuentras la solución, solo tienes que llevarla a cabo. Y si no la tiene, acéptalo y sigue adelante.
Si no hay solución al problema, no malgastes tiempo preocupándote por él. Si hay una solución al problema, no malgastes tiempo preocupándote por él.
Dalai Lama
Las personas optimistas-realistas ponen en práctica las virtudes de tener un pensamiento positivo y, a la vez, ser pesimistas. Lo primero les permite encontrar una solución cuando se enfrentan a emociones desagradables o incómodas y lo segundo, las mantiene alerta para anticiparse a cualquier reto parecido que pueda surgir en el futuro.
Si tienes una mentalidad negativa y entiendes que esto te está afectando, siempre puedes dejar el lado oscuro y unirte a la fuerza. Para ello, necesitas crear muchos pequeños hábitos, cuya suma te ayude a mejorar tu calidad de vida y a pensar de forma más positiva.
A manera de ejemplo, te dejo mis sugerencias de cómo afrontar cada día:
- Medito 5-20 minutos antes de levantarme de la cama (y de que se levanten mis hijos): En la meditación visualizo cómo quiero que sea mi día e incluso mi futuro, hacia donde quiero ir. Una meditación que utilizo mucho:
- Doy los buenos días a mi mujer y a mis hijos y hacemos algunas bromas para reírnos un rato. Después salgo con ellos de paseo mientras mi mujer descansa un rato (todavía esta dándole el pecho al pequeño por lo que las noches son largas todavía) y disfruto de hablar con mi hija mayor.
- Llevo a mi hija a la guardería y voy directamente a hacer ejercicio a un parque (20 minutos)
- Me ducho con agua fría. De esa forma acostumbro a mi cuerpo a salir de la zona de confort, a la vez que refuerzo mi sistema inmunológico (Sólo al final, primero agua caliente jeje)
- Tomo un desayuno sano
- Repaso lo que voy a hacer durante el día
- Comienzo a trabajar
Esta es mi rutina actual. La voy cambiando en función de los hijos, el trabajo,... Pero lo que siempre mantengo son las acciones que hago. Lo que cambio es cuándo las hago.
Para llevar a cabo una acción positiva, debemos desarrollar una visión positiva.
Dalai Lama
Para completar tu iniciación dentro de una vida más positiva, te dejo unos libros donde encontrarás más claves valiosas para andar este camino:
Del reconocido autor del “Poder del Ahora”, Eckhart Tolle, llega esta segunda obra lanzada 8 años después de su primer best-seller. Siguiendo la misma línea de la transformación espiritual, representa un mensaje inspirador, ameno y que complementa sus ideas anteriores.
Mediante este texto, el escritor te invita a emprender un camino de reevaluación del rol de tu conciencia y tu ego para que comprendas mejor quién eres. Enfocado como una guía práctica de transformación, su contenido tiene la intención de que experimentes lo más profundo de tu ser.
Del mismo autor de “Vivir sin jefe” y “Vivir sin miedos”, nos llega este texto sobre cómo alcanzar el éxito en tu vida personal y profesional. Sergio Fernández es un respetado escritor que ha abarcado diferentes temas relacionados con el emprendimiento, la comunicación y llevar una vida plena.
En esta entrega, el autor ha reunido sus 10 leyes de la abundancia junto con las 30 claves prácticas para su aplicación. Fundamentando en el poder de la manifestación, te revela cómo dejar de lado la escasez y entrar en una vida más satisfactoria si conoces bien los principios que gobiernan al universo. (Suena a la ley de atracción, verdad?) 😉
Norman Vincent Peale es un afamado predicador neoyorquino que se dio a conocer por su enfoque del desarrollo personal a través de la religión. En esta obra icónica de 1952, este prolífico autor comienza su carrera literaria exponiendo lo que considera como sus claves para alcanzar una vida más plena.
La esencia del pensamiento positivo está orientada a que desarrolles tu potencial, creas en ti mismo y erradiques de una vez la preocupación. Usando referencias bíblicas para enmarcar sus ideas, este libro es considerado como un mapa lleno de consejos puntuales para que tomes el control de tu vida.